domingo, 13 de febrero de 2011

Cabello&Carceller. La periferia céntrica.

Off escena. Si yo fuera rico...

Cabello&Carceller

Matadero. Paseo de la Chopera 14, Madrid

Marcin Franciszek Rynkowski



Imaginaos todas las mitologías cotidianas escritas en minúsculas, unas predestinadas más que otras, al ostracismo del tiempo y espacio. ¿De quién son? ¿Y por qué lo son o por qué son así? Son las preguntas que plantea el discurso artístico del dueto formado por Helena Cabello (París, 1963) y Ana Carceller (Madrid, 1964). Como dicen ellas: “En sociedades abiertamente hostiles hacia todos aquellos que no encajamos en “lo correcto”, la construcción de un lugar real o mental donde habitar con unos grados aceptables de libertad se convierte en una conquista imprescindible. Cada cual edifica su utopía particular donde puede”. Las perseguidoras de las utopías de los demás (y de ellas mismas) presentan en el espacio Abierto X Obras, su último trabajo “Off escena: Si yo fuera...”

Principalmente el aspecto nuclear de la producción de Cabello&Carceller era "el juego" con el canon de las representaciones del sistema binario de género. Los trabajos como Un beso (1996), Identity Game (1996) o Autoretrato (2001) crearon el estudio artístico de la "hermenéutica visual" en la que las artistas cuestionaron la frontera entre lo femenino y lo masculino. El otro paso hacia la transgresión del género fue desarrollado en la multidisciplinaria trilogía de las obras compuestas por: Casting: James Dean (Rebelde sin causta), Ejercicios de poder, y Apocalypse Now: Martin Sheen (The Soldier) en las que Cabello&Carceller ofrecieron a las mujeres la posibilidad de convertirse en el posmoderno homo optionis y apropiarse el rol del icono de la masculinidad del cine hollywoodiense. De este modo visualizaron un cuerpo “adaptado” a un sistema de prácticas sociales, en las que se basa, según Judith Butler y Pierre Bourdieu, el mecanismo de la construcción del género. Las artistas desenmascararon también la transparencia del carácter performativo de la cultura audiovisual que convierte el tradicional modelo antropocéntrico en un absoluto neutral, que no requiere de una legitimación discursiva. El desarrollo de la trayectoria anterior vinculada en torno a la relativización de los roles sociales y la exclusión de un individuo fuera del sistema, se manifiesta también en el trabajo presentado en el año 2010 en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo A/O (Caso Céspedes), cuyo personaje es la/el granadina/o Elena/o Céspedes, símbolo de una voluntad impregnada de independencia y afirmación social del Siglo de Oro, y que entre 1587-1589 tuvo que enfrentarse a los tribunales y a la Inquisición por "la culpa" de nacer en un cuerpo “equivocado”.

Off escena: Si yo fuera rico... es una videoinstalación que posee la identidad de la vivisección artística del mundo neocapitalista y sus múltiples políticas de la o/re/presión social. Ese complejo y agudo modus operandi de nuestro presente huye del centro de la oscura cámara frigorífica de Matadero hacia sus periferias, donde las artistas edifican en el plano de círculo su "utopía particular". El modo de descifrarla se contiene en su título: Off escena ("fuera de escena") donde se ve la referencia a una de las principales categorías de la estética de Bertolt Brecht, el efecto del distanciamiento. Cabello&Carceller, igual que Brecht en sus escenificaciones, construyen una escenografía "suspensa" de algo que ha ocurrido y en la que los visitantes tienen que despertarse a reflexionar de una manera crítica sobre todo lo que habita fuera del centro.

La llave de la lectura de la instalación es el ojo, según Emerson "el primer circulo", que tiene que adentrarse en la narración “circular” que gira alrededor del andamio redondo que esconde nada más que... la “poderosa” nada. El escenario sin sujeto, el vacío cubo blanco que hace un guiño al white cube, el imperativo "pregunta y habla" escrito en el fondo oscuro por una mano desconocida protesta contra la hipocresía de la política de los Estados Unidos sobre la homosexualidad en el ámbito militar articulada en Don´t ask, don´t tell ("no preguntes, no hables”), son los elementos "mudos" de la instalación. El sujeto, la voz, y la reconstrucción de los hechos que tuvieron su lugar anteriormente aparecen finalmente en la pantalla donde se proyecta el vídeo de quince minutos en el que protagonismo lo re/toman cuatro mujeres de la cárcel Alcalá – Meco. La introducción a la película de los “sujetos imprevistos” que no suelen aparecer en la escena, ni siguiera de su propia vida, provoca muchas preguntas, entre las cuales la más fundamental es: ¿dónde acaba el guion y dónde empieza la verdadera vida de estas mujeres? De esa falta de frontera entre el rol y el yo, tan característica para toda la producción artística del dueto Cabello&Carceller, las artistas vuelven a sacar la fuerza de las posibilidades que les ofrece una paradoja, recurrente en la obra de Witold Gombrowicz u Orson Welles, basada en la suposición de que descubrir el yo verdadero no es posible al margen del juego. "El yo" de las reclusas, paradójicamente, les permite hablar a la vez que estar calladas. La incertidumbre que implantan las artistas en el espectador provoca la formulación de otras preguntas sobre las fronteras entre el sujeto y el objeto "humano" en el sistema (penitenciario), entre la vida y su artístico simulacro, entre el yo y los roles que hay que actuar incluso en las periferias del dicho sistema.

Off escena. Si yo fuera... es un proyecto que amalgama realidad y ficción que crea un discurso amargo sobre las políticas del mundo de hoy, que sigue creando una cada vez más ingeniosa maquinaria de construcción de las fronteras que separan a los individuos, empujándolos al margen del sistema, donde la vida sólo finge serlo. La única forma de escapismo de esta incubadora opresiva es la que muestran las artistas: abrazar los sueños articulados con ayuda del tiempo verbal condicional. Si yo fuera rico, la canción de la pelicúla El violinista en el tejado de Norman Jewison cantada en versión flamenco por una de las protagonistas del antimusical de Cabello&Carceller, parece ser un hechizo de la hegemonía del mundo patrialcal en el que como dice una de ellas “si yo fuera rico, nada de esto me habría pasado”.



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