lunes, 28 de febrero de 2011

Entre el cine y un lugar hostil

María Mallol


El efecto del cine. Ilusión, realidad e imagen en movimiento.

Realismo.

Caixaforum Madrid

Paseo del Prado , 36

Del 28 de enero al 24 de abril de 2011.


Nada desdeñable la ambición de CaixaForum de llevar a nuestro país un megaproyecto producido por el Hirshhorn Museum de Washington que pretende reflexionar sobre los efectos de la imagen cinematográfica en trabajos artísticos de imagen en movimiento separados en dos ramas: “Realismo” y “Sueño”. He de confesar que ya de buenas a primeras esta separación me produce alguna urticaria pues el cine para mí tiene precisamente la virtud incontestable de mezclar estos dos mundos. Claro que la posibilidad de que Realismos y Sueños se complementen de manera ejemplar no la podremos comprobar hasta el próximo Mayo, viaje a Barcelona mediante. También tengo que decir que semejante gincana me parece una mala jugada, pues merma invariablemente la concepción dual que los comisarios habían conferido a su idea. Pese a todo, la propuesta me parece un interesante punto de partida y algunos de los artistas incluidos, como Isaac Julien u Omer Fast, cuentan con las obras más interesantes de videoarte del siglo XXI.

Veamos entonces lo que se define como realismo en el folleto de la exposición : “mediación o interpretación de lo real, una aspiración a lo real, y no tanto lo real en sí mismo”. Aquí los comisarios abren el camino a algunos de los extraordinarios trabajos que forman parte de la exposición y nos damos cuenta que a lo que nos vamos a enfrentar son a versiones de la realidad. Una vez más, las capas de subjetividad que nos permite la imagen en movimiento junto al trabajo de bricolaje que supone el montaje y las carambolas que provoca la utilización de dos o más pantallas para la proyección de las obras nos llevarán por derroteros misteriosos, veremos ahora si inesperados.

Los trabajos que se presentan de Kerry Tribe- Double (2001)- y el Godville (2005) de Omer Fast están más cercanos a proyectos paródicos, basados en lo que los ingleses llaman un reenactment, las reconstrucciones de hechos históricos como por ejemplo batallas. Fast trabaja con los actores del “Museo de Historia Viviente” de Colonial Williamsburg, en Virginia, y les entrevista como los personajes históricos que interpretan en el museo, editando con cada uno los monólogos que forman parte de la pieza. Los actores confrontan la realidad de un modo extraño, casi espeluznante, convirtiendo la religión en su tema principal por su importancia como vía de salvación o vía de carrera social. El resultado es una reflexión sobre la creación de la nación de Estados Unidos, lo que era antes y en qué ha cambiado ahora. La obra de Kerry Tribe es mucho más narcicista, diría incluso falsamente introspectiva. La artista contrata a cinco actrices que se parecen a ella para que la interpreten y cuenten su experiencia, sus sueños, sus preocupaciones. Cerca de este mundo paródico se encontraría también el Lonely Planet de Julian Rosefeldt (2006), en este caso pertrechándose él mismo como mochilero e iniciando un viaje por la India, en la que la historia progresivamente consigue más vueltas de tuerca creando ficciones dentro de la ficción, y al modo de estrategias tan en boga en la década de los setenta, termina él mismo formando parte del decorado de una película de Bollywood.

La exposición presenta también uno de los trabajos de Runa Islam Tuin (1998) uno de los más “antiguos” de la muestra. En la instalación de esta obra podemos atisbar un conato de fetichismo fílmico con la majestuosa presencia de un proyector de 16 mm. El magnífico ejemplar se encuentra dentro de una vitrina, robando planos vilmente a las imágenes que proyecta, que corresponden a la película Martha (1974) de Rainer Werner Fassbinder. A modo de diálogo imposible con y dentro de la película, la instalación de Runa Islam provoca en el espectador una sensación de ensoñación, con imágenes evocadoras y envolventes, y el traqueteo de proyector como perenne voz de fondo.

La espectacular instalación Fantôme Creóle (2005) de Isaac Julien justifica la visita a la exposición. La pieza, que consta de cuatro pantallas de gran escala, nos traslada de Burkina Faso a Finlandia en lo que podríamos llamar una suerte de yuxtaposiciones disyuntivas, desorientando al espectador y ofreciéndole a la vez la posibilidad de experimentar un nuevo modo de lectura de las imágenes. Como si de una rayuela se tratara, la mirada va saltando entre los paisajes, entre los colores: amarillo, azul, dejándose hipnotizar con los movimientos, simultaneando las pantallas y creando un paisaje complejo.

En cierta manera, el sarpullido inicial provocado por el uso del término “realismo” se va diluyendo a medida que uno observa los trabajos de la muestra se mueven en el siempre terreno pantanoso de la ficción de la imagen cinematográfica. Sigo pensando que las visiones de la realidad que allí se muestran casarían probablemente mejor bajo el término parodia, representaciones, reconstrucciones o, simplemente, como el título de la instalación que Gary Hill expuso en la Tate en 1995, la relación del arte con el cine está “between cinema and a hard place”. Así, las virtudes del cine se encuentran con el lugar hostil que suponen las paredes del museo, la guarida del arte. El mérito de todos estos trabajos está en superar la barrera del tiempo, en obligar al visitante a adoptar un ritmo más pausado, a elogiar la lentitud del paso de las imágenes. El éxito sucede cuando la oscuridad y los pasos impacientes y erráticos de los espectadores de la muestra se quedan extasiados ante el misterio de un proyector, de unas imágenes que cautivan irremediablemente la atención durante unos minutos.

Coincidencias de la agenda artística, esta muestra coincide en nuestro país con la espectacular y mucho más ambiciosa Haunted. Fotografía/Vídeo/Performance contemporáneos, que presenta algunas de las joyas de la colección Guggenheim y puede visitarse en Bilbao hasta el 13 de Mayo. Vale la pena ir sólo por la espectacular instalación de Tacita Dean Merce Cunningham performs STILLNESS (in three movements) to John Cages composition 4'33" with Trevor Carlson, New York City, 28 April 2007 (six performances, six films) (2008).

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